¡Madre mía !, reconozco que a veces el día no tiene las horas que necesito para todo lo que tengo que hacer, muchas veces se me echa el tiempo encima.
Se supone que tenía el disfraz de mi hija pequeña preparado: vestido, zapatos, maquillaje....Pero hasta última hora no se lo probé. Cual fue mi sorpresa cuando al ir a probarle los zapatos de princesa, no le valían. Empezaron a encenderse luces rojas en mi cabeza, oía sirenas de peligro , esto sumado al llanto descontrolado de mi hija. ¡ Horrorrrrrrrrrrrrrrrrrr!. Tenia únicamente dos opciones, la primera salir corriendo y la segunda buscarme la vida. Aunque en principio valore muy mucho la primera opción finalmente opte por customizar unos zapatos que no le gustan nada y que siempre están guardados en el armario.
|
Zapatos de Princesa |