¡ Benditas vacaciones !, eso es lo que piensan los padres con los ojos como platos divisando al final del túnel esos días de ocio y descanso para disfrutar en familia. Todo suena tan bonito que mientras escribo me parece estar oyendo música celestial.
Cuando llegan esos días y nos disponemos a preparar el petate para abandonar el hogar en busca de un cambio de aires, da igual marcharse para 3 meses que para 4 días, el baúl de la Piquer resulta ser una caja de cerillas en comparación con los maletones que lleva cualquier familia que se precie con niños. Lo mejor del asunto es que los patinetes, balones, raquetas, juegos de mesa, rotuladores, libros de pegatinas, muñecos varios, podría seguir y seguir.... ocupan el 60% del espacio, 30% para la ropa y cosas de aseo de los niños y el resto para los padres (ahora hay ropa que se pliega hasta limites insospechados y casi no ocupa espacio).
Así que a la vuelta de estos días tan idílicos he decidido que nunca más cargaré con tanto trasto (hay jugueterias con menos oferta) y he encontrado una idea que me ha gustado mucho, se trata de hacer muñequitos con palos.
Foto: Red Ted Art |