3 mar 2016

Los Deberes en Primaria

20:30 horas. “¡Venga, hija, a la ducha!, ¿te queda mucho para terminar?” La respuesta a la pregunta es como un déjà vu. Todos los días la misma.  “Me falta aún terminar mate, dos ejercicios de lengua, repasar inglés, etc.”.  “Pero, hija, ¿qué pasa, que en el cole no haces nada?”

Es entonces cuando entro en modo histeria (eso sí, en lo más profundo de mi ser) y con una dulce sonrisa la digo: “tranquila, mi amor, que eso no es para tanto”. Cuando salgo de su habitación me falta el canto de un duro para dar el grito de Tarzán e intentar tranquilizarme de alguna manera. Como no puedo mostrar mi mezcla de rabia y enfado públicamente, por eso del que dirán, a veces saco el kit de repostería y me pongo a hacer magdalenas compulsivamente (o muffins como se les llama ahora,  que queda mucho más chic), otras veces me pongo a limpiar los baños -que de lo rápido que froto se podría comer en el suelo-, en fin, que algo bueno tienen los deberes. 


“Vamos a ver, hija mía, ¿estás en 3º de primaria o haciendo la tesis de fin de carrera?”. Yo pensaba que intentando comer bien y haciendo deporte podría llegar a los 80, pero no sé si superaré pasar por esto tres veces (una por niña, con un poco de suerte), porque mirad como estoy y solo es la primera.

Os aseguro que esta hija mía de la que hablo es una niña normal, corriente y moliente, responsable y trabajadora. Alguna vez que he llegado a estar fuera de mí, he cogido el móvil, me he ofrecido amablemente a tirar la basura y,  ya en la calle, he llamado a mi madre (Santa Santísima) y me he desquitado. La buena mujer, tratando de ayudarme, incluso me ha llegado a  plantear, muy sutilmente, que quizás la niña no llega a tanto, quizás es muy lenta y no son tanto los deberes, quizás su cabeza no estaba preparada para estar en 3º... No pasaría nada si fuese ese el caso., pero como le digo yo a mi madre: “que no mamá, que no es eso, que cualquier día la niña en vez de llevar la agenda para apuntar los deberes, va a llevar un rollo de papel higiénico y además de los extralargos”. Cuando vuelvo de tirar la basura, mi marido me pregunta si he ido de rodillas a la virgen de Begoña a modo de ofrenda. Que no hombre que no, que es que el container de al lado de casa estaba hasta los topes y me he ido al del otro lado de pueblo con los cartones, plásticos, basura orgánica y lo que haga falta.

No soy pedagoga, psicóloga, profesora, ni Ministra de Educación. No puedo culpar al cole, al sistema ni a la profesora. No sé que es lo que falla, pero, señores míos, aquí algo no va bien. Que sí, que yo lo noto, que los padres somos como los perros que huelen el miedo. Yo se lo he visto a mi hija en los ojos algunas mañanas cuando llega el autobús a la parada. No entiendo que tenga miedo de ir al cole,  le duela la tripa día si y día también. La pediatra me dice que es la lactosa, que se la quite.  Las fábricas de lácteos han subido las acciones de sus productos sin lactosa un 80% y a la niña le sigue doliendo la tripa. 

Cuando en el cole es el Día de la Paz, de la música o se sale de lo normal por algún tipo de celebración, en mi casa sacamos las trompetillas y confeti de fin de año, porque eso significa que iremos relajados a la parada, que la niña irá contenta al cole  y  ¡que ese día no traerá deberes a casa! ¡Toma ya kas manzana ( como se decía en mi época)! Eso es mejor que que me toque la cesta del Eroski en el sorteo de navidad.

Mi hija tiene 8 años, va a 3º de Primaria, y yo quiero que:

Tenga tiempo para jugar.

Tenga tiempo para pelearse con sus hermanas.

Tenga tiempo para ver su serie favorita.

Tenga tiempo para aburrirse.

Tenga ganas de aprender.

Quiera ir al cole. 

Esté motivada.

No le duela la tripa por nervios.

Pueda ser ella misma. 

Podría seguir y seguir, pero todo se resume en una cosa: quiero que mi hija sea FELIZ.

Seguro que hay más padres que opinan lo mismo, ¿vuestros hijos tienen muchos deberes y están en primaria? A través del #deberesenprimariano quizás se oiga nuestra voz, sino, al menos, nos desquitaremos contándonos nuestras penas. 

Ahí queda eso, espero que nos ayude a reflexionar.

Uyyyy, se me olvidaba el tema exámenes, eso da para otro post y de los largos. Paciencia.


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